Reflexiones.
Antes no le di importancia porque para mi era un tema normal, que cualquiera de nosotros podía abordar. Con el pasar del tiempo me entere de mi error, el tema extraterrestre es o fue casi tabú. Más aún el tema del contacto entre ellos y nosotros, que para mí es cotidiano, para muchas personas aun sigue siendo fantasía. Me acogí al conocimiento de religiones comparadas encontrando que en todas ellas, esos maravillosos seres celestes aparecían descritos de diversas formas, más un mismo contenido. No sirvió mucho pues los paradigmas del fanatismo se hicieron cargo de ello, pero tampoco me importó. Me acogí entonces a las declaraciones del Vaticano desde el año 1999 cuando dieron un vuelco muy importante, y ahora con el Papa Francisco, ¡a que decir!.
Pero no deje de buscar, pues lo que conocemos como ciencia tiene parámetros sumamente rigurosos que de alguna forma son acomodaticios. Y durante una entrevista en la que me preguntaron porque acomodaticios, tuve que responder con contundencia, sintiéndome casi como un Galileo.
Recordé que Giordano Bruno fue llevado a la hoguera solo por decir que el universo es infinito, pues contradecía lo que señalaba la Biblia.
Cuando las investigaciones de Galileo señalaron que la Tierra giraba alrededor del sol, entro en conflicto con la Sagrada Inquisición, el papa Urbano VIII no se atrevió a ser él su juez directo, por lo que lo convocó a entrevistarse y ser juzgado por diez cardenales, quienes lo amenazaron con torturarlo. Galileo no tuvo otro remedio que desmentirse y entonces se le impuso de por vida arresto domiciliario. A pesar de ser apresado, no cejo en su intención de dar a conocer sus estudios, y durante su tiempo en prisión se dedico a escribir sus descubrimientos. Naturalmente esos escritos no podían salir de prisión, pero quien hizo la ley hizo la trampa, y estos salieron llegándose a convertir en un éxito editorial que condujo la ciencia por el camino moderno. Y nosotros, ¿seguimos dudando de quienes tocan temas candentes?
Antes no le di importancia porque para mi era un tema normal, que cualquiera de nosotros podía abordar. Con el pasar del tiempo me entere de mi error, el tema extraterrestre es o fue casi tabú. Más aún el tema del contacto entre ellos y nosotros, que para mí es cotidiano, para muchas personas aun sigue siendo fantasía. Me acogí al conocimiento de religiones comparadas encontrando que en todas ellas, esos maravillosos seres celestes aparecían descritos de diversas formas, más un mismo contenido. No sirvió mucho pues los paradigmas del fanatismo se hicieron cargo de ello, pero tampoco me importó. Me acogí entonces a las declaraciones del Vaticano desde el año 1999 cuando dieron un vuelco muy importante, y ahora con el Papa Francisco, ¡a que decir!.
Pero no deje de buscar, pues lo que conocemos como ciencia tiene parámetros sumamente rigurosos que de alguna forma son acomodaticios. Y durante una entrevista en la que me preguntaron porque acomodaticios, tuve que responder con contundencia, sintiéndome casi como un Galileo.
Recordé que Giordano Bruno fue llevado a la hoguera solo por decir que el universo es infinito, pues contradecía lo que señalaba la Biblia.
Cuando las investigaciones de Galileo señalaron que la Tierra giraba alrededor del sol, entro en conflicto con la Sagrada Inquisición, el papa Urbano VIII no se atrevió a ser él su juez directo, por lo que lo convocó a entrevistarse y ser juzgado por diez cardenales, quienes lo amenazaron con torturarlo. Galileo no tuvo otro remedio que desmentirse y entonces se le impuso de por vida arresto domiciliario. A pesar de ser apresado, no cejo en su intención de dar a conocer sus estudios, y durante su tiempo en prisión se dedico a escribir sus descubrimientos. Naturalmente esos escritos no podían salir de prisión, pero quien hizo la ley hizo la trampa, y estos salieron llegándose a convertir en un éxito editorial que condujo la ciencia por el camino moderno. Y nosotros, ¿seguimos dudando de quienes tocan temas candentes?
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