Con frecuencia soy
consultada por las dificultades causadas en los diversos ambientes, léase
viviendas, clínicas, oficinas, fábricas, comercios, es decir cualquier entorno,
donde las cosas no marchan fluidamente. Se llenan de rencillas, rencores, robos,
el personal es de alta rotación sin motivos válidos, la economía no marcha como
se espera, se extravían documentos y en fin, por ciclos las cosas tienden a ir hacia
el fracaso o cuando menos, a no como se espera.
En otros casos en
esos ambientes se vislumbran figuras fantasmagóricas, seres fallecidos que aprovechando
que son invisibles se sientan o acuestan en la cama de sus familiares o
conocidos. Se perciben aromas, se apagan y encienden las luces sin que una mano
humana lo haya hecho, se caen o se mueven objetos, se pierden llaves.
Convencida estoy que
algunos lectores creerán que esto es parte de la fantasía de todo escritor,
pero la mayoría saben que esto que les cuento es totalmente cierto,
sencillamente porque les ha sucedido y ahora lo ven expresado en este relato.
Son eventos que están más allá de toda explicación.
Ocurren porque esos
seres invisibles o bien no saben que han muerto y pretenden actuar como si no
lo estuvieran, en otros casos desean hacerse sentir y en la mayoría de las oportunidades
pretenden hacerle la vida a cuadritos a quienes habitan esos lugares. Es decir,
sabiendo que ya no tienen cuerpo físico, usan su energía para fastidiar a
quienes moran allí o vengarse de ellos por rencillas pendientes cuando
estuvieron en vida o simplemente hacer uso del cuerpo físico de alguna persona
puesto que ellos carecen de ella.
Alarma lo que les
cuento, pero es más frecuente de lo que imaginamos. Mientras escribo este
relato, viene a mi memoria una descontaminación en una fábrica de plásticos
donde la máquina selladora en pleno proceso final se atascaba impidiendo la
entrega a tiempo de los pedidos. Al hacerse el análisis de lo que ocurría,
descubrí que los propietarios deseaban ampliar la industria para lo que habían
comprado el terreno vecino. Sólo que allí habían enterrado a dos personas de
sus antiguos propietarios y estos no permitían ser anexados a la industria.
Evitaban entonces que esta prosperase dañando un de las máquinas. Hubo que
hacer un concienzudo trabajo de recolocación de esos seres, para poder
continuar con el proyecto industrial.
Pero reseñas como
estas tengo unas cuantas en mi carrera, unas cuantas insólitas otras menos llamativas
pero todas alarmantes, porque no solo aterran a quienes viven en esos espacios
sino por los impedimentos de progreso que resultan de mantener a esos seres
anclados en los lugares. La sugerencia, es descontaminar, para mantener la
armonía donde quiera que trabajemos o vivamos.
1 comentario:
Sra Martha esto es ciertisimo y dificil para muchas personas entender y creer, pero sucede de que manera se descontamina esto porque en casa de mis hijos pasan cosas raras, y en la de uno de ellos esta mas dificil es algo mas fuerte. mil gracias por su atencion.
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