Entrar en reflexión me llevó a pensar en cómo lograr la Maestría. Maestro
no es aquel que tiene cierto conocimiento que entrega a sus alumnos, es por
demás un concepto algo infantil. Maestro es definitivamente un concepto muy
elevado. Observo que en algunas filosofías se hacen maestros en pocos
días sin haber evaluado los valores éticos y morales del sujeto, encontrándose a
posteriori con algunos de estos cometiendo graves errores.
La evolución de cada persona es un proceso largo que radicara en la forma como logren
controlar la bajas pasiones y comportamientos, además de la manera como acepten las individualidades de cada ser.
Aquellos que no están dentro de los niveles armónicos adecuados pero inicien
sus pasos para el control de sus fueros internos, lograrán la guía y
orientación de sus Maestros físicos o no físicos, para el logro de sus
objetivos. Aquellos que hagan oídos sordos a las recomendaciones en las
instrucciones para el logro de aquellas estarán ―bajo su libre albedrio― dando
sus propios pasos hacia el estancamiento de su proceso evolutivo, pues a mayor
nivel armónico, mayor facilidad de entrega del mismo.
Mostrar ciertas
actitudes de cordialidad externa no necesariamente expresa sus valores y
sincero amor en lugar de dolor y decepción. Pero hay actitudes que señalan la
soberbia y la petulancia, poco propias de quienes de alguna forma se dicen
Maestros. Me hizo
recordar que los esenios poseían avanzados conocimientos y trabajaban
arduamente en secreto por el triunfo de la luz sobre las tinieblas en la mente
humana, y en ello tardaban mucho tiempo.
Diría que un iniciado es quien está en la permanente búsqueda de la
Sabiduría y no de un bulto de información. Esta sabiduría supone un conjunto de
conocimientos profundos de leyes de nuestro universo, las que permiten al alma
y al corazón abrirse.
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