Entre sus
diversas actividades, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se dedica a promover la preservación del
patrimonio cultural valioso para la humanidad. Cuando este es un patrimonio
nacional, debe tener valoración específica excepcional que permita que se le
califique como Patrimonio Mundial de la Humanidad, como se definió en Paris,
1972, durante la "Convención sobre la protección del patrimonio mundial
cultural y natural" cuando se afinaron los criterios para que así fuese
considerado un bien. Un legado para la comunidad internacional. Y es el país
donde este se encuentre, el que se ocupara de su protección y defensa, a fin de
mantenerlo impoluto para el futuro.
El monasterio
ortodoxo serbio ubicado en Kosovo, MONASTERIO VISOKI DECHANI, es uno de esos extraordinarios
patrimonios.
Cada vez con mayor frecuencia, se analizan y encuentran evidencias de la
presencia extraterrestre en nuestro planeta. De diversas formas, las
manifestaciones y señalizaciones de estas son expresadas en tumbas de gran
tamaño, elementos arqueológicos y obras pictóricas que así lo señalan. Pinturas
en el Monasterio de Dechani, es una de ellas.
Ejemplo del arte bizantino del siglo XIV los muros de esta iglesia están cubiertos de imágenes
que representan escenas del Antiguo Testamento mezcladas con fantásticas naves
y animales legendarios. Sorprende sin duda los dibujos de esos vehículos
celestes, totalmente negadas por los monjes del Monasterio quienes refutan la
valoración de expertos que así lo señalan. Ellos alegan que eso que podrían
parecer naves cósmicas en realidad representan un eclipse solar ocurrido
durante la crucifixión de Jesús y los dibujos serían el sol y la luna
emergiendo por el oeste, como claramente se ve en el mural. ¡Sorprendente
valoración! Puesto que tanto el sol como la luna salen por el Este.
Adicionalmente
el relato refiere que esto duró unas tres horas, cuando los eclipses sólo
tienen una duración de minutos. Los argumentos esgrimidos realmente son
infantiles, cabe preguntarse ¿a que tanto ocultamiento de lo que pareciera ser
una realidad?
Se observa con claridad a personajes
sentados en el interior de cada nave, que
sin duda muestran manejar algo
semejante a un equipo de control.
¿Es posible que unas
pinturas de tantos años hayan pasado desapercibidas para la comunidad del arte
pictórico? Pues sí, así ocurrió. Hasta que en 1967 una foto tomada por
Aleksander Paunovich, estudiante de la Academia de Artes de Yugoslavia,
apareció en una revista hoy desaparecida y una vez analizada se observaron en
lo que serían las naves, algunos símbolos semejantes a los de cierta mitología
mesopotámica.
Todo un misterio, que se hace real al observar
las pinturas. Por otro lado, ¿por qué el pintor relaciono a Cristo con tres
divinidades de la mitología mesopotámica a saber,
SIN (NANNAR, para los sumerios, dios
masculino de la Luna,
SHAMASH (UTU, dios del Sol, simbolizado
con un disco solar de cuatro puntas con
otros cuatro rayos ondulados intermedios.
ISHTAR, IANNA, asociada al planeta Venus
y representada con una estrella de ocho
puntas.
Se podría pensar que el artista relaciono al mismo Jesús, con
aquellos seres extraterrestres de la mitología mesopotámica, nombre general con el que se conocen las
sagas sumeria, asiria y babilónica.
Sólo es uno más de las
manifestaciones pictóricas de las tantas que se han ido encontrando, y que nos
señalan que no hemos estado solos y con seguridad, nunca lo estaremos. Los
seres celestes seguirán su labor de ayudar en la evolución humana.
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