Al inicio de la
vida en la Tierra, se generaron formas de vida insectoides, luego reptilianas y
luego los mamíferos. Para hacer posible la
vida en este planeta en el que habitamos las formas fueron
cambiado en función a la adaptación al medioambiente. Cambian y se fortalecen
en la medida que se adaptan y sobreviven para luego vivir cada una de las
experiencias que le permiten evolucionar y aumentar los niveles de frecuencia.
Así se fue desarrollando nuestra casa de habitación.
Los desiertos, los eternos hielos, los oceanos y el Amazonas son los cuatro fabulosos ambientes que esconden los mayores misterios
de sofisticadas civilizaciones ancestrales aun inexploradas. Es una prehistoria
escondida bajo las arenas, los hielos, las aguas y la vegetación, muchas veces llenas
de mentiras, patrañas y suposiciones.
Pero no es el caso de los kayapó, la muy antigua tribu indígena asentada en el Estado de Pará, en Brasil. Su héroe fundamental: Bep Kororoti, que en lengua kayapó, significa "Vengo del Universo" o "Guerrero del Universo".
Son muy temidos por otras
etnias que habitan el Alto Amazonas aunque tras
muchos inconvenientes el gobierno de Brasil
logró pacificarlos entre los años 40 y 50. Hoy en día, eso que anecdóticamente
llamamos el mundo civilizado, los
acosa y destruye tratando de erradicarlos de su entorno natural. Empresas multinacionales en el área de la explotación
petrolera y maderera se aventuran a agredirlos. Empresas que son una vergüenza para
quienes intentan conservar costumbres de una etnia que, de otra forma, puede
ser totalmente eliminada, acabado con sus hermosas leyendas y costumbres en
manos de la tecnología y la modernidad, avalada por intereses monetarios.
Los mitos más repetidos entre los
kayapó explican los orígenes de sus nombres personales. Se refieren a un héroe
que es secuestrado por unos seres supremos que viven bajo de la tierra a los
cuales acceden tras una ceremonia. Ellos les dan una fuente de nombres, y lo
envían de nuevo a la superficie.
Pero también tienen características
distintivas de su cultura, me refiero a los discos ubicados en el labio
inferior que eran utilizados por los hombres y todavía son portados por algunos
de ellos en un extraño canon de belleza (ver imagen). Se acompañaban con pinturas
en su cuerpo, son diseños tipo filigrana y geométricos en los que predominan
los colores rojos y negros.
El curso del Sol y de la Luna son entendidos
como ciclos circulares, y sus danzas y rituales también usan la forma circular como
símbolos dominantes.
Como en toda etnia, la mayor jerarquía
la tienen los sabios y ancianos de la tribu, en este caso ellos refieren que en
los orígenes habían vivido en el cielo pero, cuando sus antepasados vinieron descendieron
a la Tierra, dejaron relegados a algunos de sus familiares, que cuando en las
noches sienten frío, encienden fogatas y desde la tierra, su refulgente brillo
se ve como estrellas.
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