Desde
tiempos pasados, se ha contemplado un distanciamiento entre la ciencia y cualquier
otra disciplina, que según ellos, no es comprobable. Evidentemente quienes así
estiman que son las cosas, no tienen suficiente información sobre el
acercamiento que desde hace más de un siglo la ciencia viene teniendo con el
mundo invisible de la espiritualidad. Ya en 1869 el físico John Lubbock
junto con treinta y tres miembros de la “Sociedad Dialéctica de Londres”, estudian
eventos que podemos llamar paranormales. El dictamen de este grupo de
científicos atrajo a otros hombres de la ciencia.
Y así,
progresivamente en el siglo XIX y XX, innumerables científicos sobre todo
físicos, fueron acercándose para finalmente definir que hay aspectos antes no
considerados, que enlazan sus materias con las holísticas. Entre ellos está William
Crookes, célebre físico y Premio Nobel, Julian Ochorowicz, profesor de
Filosofía y Psicología en la Universidad de Lemberg (Polonia), quien hizo
múltiples estudios buscando comprobar lo irreal de la telepatía, pero al no
tener éxito, tuvo que asumirlo públicamente y se dedico a profundizar en su
estudio. Los premios nobel en medicina, Dr. Charles Richet, Alexis Carrel ente
otros, el Premio Nobel de Física Wolfgang Pauli, en colaboración con Jung, los doctores Stanley Krippner y Montague
Ullman. Podría pensarse que sólo los
Premios Nobel se interesan en esta materia, pero no es así. Son innumrables los
científicos que están girando su intelecto en la búsqueda de explicaciones que
sus materias específicas no le ofrecen.
En
tiempos más recientes, el Dr. Bruce Lipton, es uno de ellos. También el físico Jean Pierre Garnier Malet, quienes tocan aspectos que podrían ser
considerados ciencia ficción. Este es el caso de lo que expresa la Teoría del
Desdoblamiento del Tiempo, de Garnier Malet quien junto con su esposa Lucille, son
los creadores de la teoría que habla de la duplicación de todo cuanto existe
desde una gran masa cósmica, léase planeta hasta un grano de arena.
Naturalmente, el hombre también tiene un doble que habita en tiempo cuántico,
es lo que conocemos como el cuerpo energético y el cuál se contacta desde el
pensamiento.
En
su teoría habla del ser multidimensional, pero que entre una y otra dimensión y
sin tener conciencia de ello, podemos contactarnos a nosotros mismos, a nuestro
doble cuántico, por cierto invisible al ojo del hombre. Dice el físico, que es de esa manera cómo nos convertirnos en clarividentes, alcanzamos presentimientos, e información sobre el futuro,
¿Podemos así
cambiar nuestro futuro? Naturalmente que sí, desde el libre albedrío y
considerando que ya tenemos la solución al evento que consultamos con ese otro
yo, ¿por qué equivocarnos?
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