Desde hace algún tiempo de nuevo se viene acrecentando el interés en el tema extraterrestre, que unos años atrás pareció adormecerse. Ufólogos tanto como investigadores de campo y contactados, científicos, cómics, el mundo del espectáculo, los medios de comunicación y políticos, refieren sus experiencias, alentando a muchos otros a hablar sobre el tema. Hay un sutil atractivo que ha generado fascinación entre todo tipo de público, sean los que alegan no creer “en eso” aterrados de ser juzgados por la sociedad en la que se desenvuelven, y por otros quienes como yo, manejamos el tema con total naturalidad y cada vez con mayor énfasis observando cómo se amplían puertas para su comprensión y aceptación.
¿Qué ha sucedido para que esto ocurra?
Sin la menor duda la búsqueda de poder ha abierto la necesidad de dominar el espacio, para al menos controlar el acceso a este, por lo que no debe extrañarnos que políticos de diversos países decidan relatar sus experiencias en cuanto al contacto con habitantes de otras realidades. Desde luego, esto debemos sumarlo a las innumerables teorías conspiranoicas, unas ciertas y otras fantasiosas, pero al menos interesantes. Parte de estas hipótesis relatan la existencia del programa Cosmic Top Secret, donde ―según se dice― se encuentran ocultos documentos que la OTAN encubriría pues tratan sobre la interacción entre nosotros, seres de la Tierra, con ellos, seres de las estrellas.
Visionarios como Wernher Von Braun, durante el nazismo hizo notables estudios a ese respecto, pues su jefe del momento, el diabólico Hitler, tenía gran interés en el tema. Llama la atención la facilidad con la que lograba hacer los cálculos necesarios para lograr el programa Apolo en 1969. Pero Hitler no ha sido el único político que involucrado en ese conocimiento, por el contrario. Ha habido y hay un gran desarrollo en este interés. Sólo citare unos cuantos pues son innumerables los políticos, científicos, comunicadores, etc. que abiertamente reconocen estar involucrados en la aceptación de vida fuera de nuestro planeta.
Dedicado a la política y originario del Reino Unido, un personaje que últimamente da que hablar es Simon Parkes, pues su experiencia es tan extraordinaria que incluso dice haber engendrado un hijo con un ser extraplanetario, aunque no es el único. Pero ya antes Jimmy Carter había informado su experiencia por haber visto un OVNI, Robert F. Kennedy reconoció públicamente su interés en este tema y en el reciente World Economic Forum el Primer Ministro ruso Medvedev solicitó a Obama hablar sobre esto, de lo contrario ellos lo harían. A su llegada a Washington, el ahora expresidente ofreció abrir los archivos, pero eso nunca ocurrió. Paul Hellyer, exministro de Defensa canadiense habla del tema con fluidez, el inglés Nick Pope, del Ministerio inglés de la Defensa. Políticos latinoamericanos también se han interesado en el tema extraterrestre, guardando un silencio que encubriese sus inclinaciones.
El científico británico Stephen Hawking refiere la conveniencia de emprender lo que llama “una aventura espacial”.
Basados en el elocuente tema de establecer parámetros que la ciencia apruebe, no podemos olvidar que esa ciencia ha ido mutando con frecuencia, dejando atrás conocimientos que ―anteriormente― asumieron como totalmente ciertas. Un ejemplo sencillo es el tema que llama la atención por la aceptación científica de la existencia de exoplanetas que hasta hace muy poco eran totalmente desconocidos. Y pensar que todos están deshabitados, realmente está fuera de contexto pues se aleja de la mínima lógica, siendo que hasta la postura del Vaticano es del reconocimiento de la existencia de vida extraterrestre.
Además, hay un camino altamente insondable de investigación para la que aun no está preparado el humano de la Tierra. Ni tiene los conocimientos ni tiene la tecnología, pero sin duda hay quienes están siendo instruidos por seres siderales para traer a nuestro planeta conocimientos necesarios para su evolución y desarrollo.
¿Cuál es el papel de los políticos? La osadía, la audacia para hablar del tema con franqueza, pero han llegado al poder con el apoyo de sus pueblos, apoyo que temen perder si se atreven a ser imprudentes. Pero esa imprudencia, sin duda sería la que los coloque en el pináculo de la historia. ¿Quién se atreverá?
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