La constancia
es la madre de las virtudes más que la puntualidad y que las dádivas. Los
rascacielos se elevan por la constancia de un constructor en diseñar planos y
ejecutar la obra. Todos los días aportar algo no de vez en cuando, porque así
se olvida y no se contribuye a nada. Ser constante con lo que se hace, haced un
orden lógico con tiempos de descanso y cumplirlos, no abarcar más tiempo de lo
que es. Poner más tiempo de lo convenido en una actividad no es satisfactorio.
Poco pero constante, de calidad.
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