Soberbio y altanero,
compuesto por diez mesetas aisladas en la majestuosa selva del estado Bolívar
venezolano, está el macizo Chimantá cuya data se estima en mil ochocientos millones de
años y uno de los más grandes de la zona, insólitamente cercano al macizo
Aprada, uno de los más inaccesibles e inexplorados del mundo.
Allí, el sábado veintisiete
de marzo de dos mil cuatro al macizo Chimantá, llegó un bigotudo sujeto que no
llega a ser septuagenario y es el descubridor de cuevas inexploradas,
coleccionador de plantas y escorpiones durante sus doscientas expediciones a
los lugares que figuran entre las más antiguas del mundo. Es el espeleólogo Charles Brewer Carías. Acompañado de un grupo
de pioneros, incluyendo a su hijo, pisaron por primera vez en milenios los
doscientos metros de alto de la cueva encontrada en el Aprada tepuy, una de las
10 mesetas que conforman el enigmático Macizo de Chimantá en el rotundamente
extraordinario sector de La Gran Sabana, al sur de Venezuela.
Recorriendo la caverna, encontraron algo que cambiaría conceptos en la biología en el mundo pues desafió lo inimaginable: Una especie de ser vivo terrestre con características de mineral que tendría su origen en el espacio exterior, según revelaron los resultados del laboratorio de la NASA. Alegan que es biológico como una planta pero produce ópalo como si fuera un mineral, suerte de minerales vivos únicamente encontrados allí desafiando la gravedad creciendo con formas similares a ramas de árboles y sin contacto con agua. Un mineral que nace, crece, se reproduce y muere en las entrañas de la caverna de cuarcitas más grande descubierta hasta hoy y que se revela ante la ciencia con todos sus misterios aún por descubrir. Dice la NASA que es un microorganismo exobiológico, pero sus descubridores alegan que estos únicamente se ha encontrado en el ecosistema de esta inmensa cueva, este lugar de nuestro planeta.
Recorriendo la caverna, encontraron algo que cambiaría conceptos en la biología en el mundo pues desafió lo inimaginable: Una especie de ser vivo terrestre con características de mineral que tendría su origen en el espacio exterior, según revelaron los resultados del laboratorio de la NASA. Alegan que es biológico como una planta pero produce ópalo como si fuera un mineral, suerte de minerales vivos únicamente encontrados allí desafiando la gravedad creciendo con formas similares a ramas de árboles y sin contacto con agua. Un mineral que nace, crece, se reproduce y muere en las entrañas de la caverna de cuarcitas más grande descubierta hasta hoy y que se revela ante la ciencia con todos sus misterios aún por descubrir. Dice la NASA que es un microorganismo exobiológico, pero sus descubridores alegan que estos únicamente se ha encontrado en el ecosistema de esta inmensa cueva, este lugar de nuestro planeta.
Pero no es lo único que encontraron. Dentro de la
cueva se forman ríos y lagos con una incalculable cantidad de agua, incluso
cataratas y cascadas. Sin no hay otro descubrimiento, sería esta la cueva más
antigua del planeta.
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