La época del Precámbrico es la primera etapa de la historia de nuestro planeta Tierra. De esos tiempos procede uno de los extraordinarios espacios de la geografía
venezolana: los tepuyes, cuyo nombre en lenguaje de la etnia indígena pemon
significa morada de los dioses.
Son formaciones rocosas separadas, aisladas y no como suele
ser una cadena montañosa, y tan peculiares que
permite que vivan animales y vegetales únicos.
De estas magnificas estructuras, hay varias, todas llenas de
una magia sin igual, todas con relatos, leyendas y mitos y jamás pisada por el
hombre. Pero el 27 de marzo de 2004 los primeros humanos en poner sus
pies sobre el tepuy Aprada fueron un grupo de exploradores expertos liderizados por el venezolano Charles Brewer
Carías, a quien se premio dándole su nombre a la cueva. También aquí se dio
nombre en lengua pemona y la cueva fue llamada Imawarí Yeutá, señalando en la mitología
de la etnia pemon a un protector de la montaña.
Ocurrió en
lo que hoy se denomino Cueva del Fantasma. Un inmenso pasadizo hallado en las
vertientes del Aprada Tepui al sureste de Venezuela, una de las regiones más
escabrosas e inexploradas del planeta. En ella existen fauna y flora ya
inexistentes en la Tierra como grillos anfibios y arrecifes de coral anclados
en las paredes.
Como curiosidad, Arthur Conan Doyle escritor de alto reconocimiento, en una de sus novelas, El mundo perdido, imaginó que ese era el ambiente donde
habían vivido enormes dinosaurios.
Sin embargo, todo lo que los investigadores encontraron
no fue suficientemente sorprendente hasta que hallaron una especie mineral, un
ser vivo terrestre que sólo se han encontrado en las profundidades de esta
cueva y que según afirman los expertos de
la NASA, procede del espacio exterior. Está claro que esto transforma y
evidencia conceptos no totalmente aclarados en el pasado.
Lo que hoy conocemos como Cueva Charles Brewer antes conocida como la Cueva del Fantasma tiene
múltiples rarezas, una de ellas es el elevado contenido de cuarcita que la hace
número uno del mundo, su gran amplitud que permite que dos helicópteros transiten
cómodamente dentro de ella. Pero eso no es todo. Queda claro que en esta región
de nuestro planeta están escondidos enormes indicios de la llegada de la vida a
la Tierra. Pues en el criterio del
espeleólogo venezolano Freddy Vergara, aquí podría haber nacido el origen del
planeta y en recientes investigaciones se ha definido que partículas vivas
insertas en ciertas rocas pueden viajar y llegar vivas de un planeta a otro,
donde se reproducirían.
Esos elementos vivos dieron origen a otros aquí en la Tierra, y aun hay quien dice que no hay vida en otras realidades lejanas a la nuestra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario