lunes, 23 de marzo de 2020

PERSEPHONE, DIOSA DEL EQUILIBRIO





 CAPITULO VI DE DIOSAS, MAGAS E INICIADAS
  

  

Aunque recorramos el mundo en busca de la belleza, si no la sentimos dentro,
nunca la encontraremos.

Emerson





PERSEPHONE


Diosa de los infiernos, del nacimiento y  renacimiento, de las violaciones y el intramundo, representa el equilibrio, la autorrealización, y la sabiduría creadora. Consorte de Hades, originalmente conocida con los nombres de Praxidice y Core, que en griego personifica la doncella, mas cuando se convierte en reina del Tártaro, cambia su nombre  por Perséphone, hija del soberbio y omnipotente Zeus y Demetria  quiénes regían la naturaleza.
El relato mitológico de esta diosa es realmente caprichoso: El mundo griego −en honor a un trígono de  divinidades− estaba dividido en tres partes. Hecate, la luna quien vagaba por el cielo. Demetria se paseaba por los espacios superiores de la Tierra y Perséphone la empalidecida virgen, quien originariamente habitaba la superficie y tuvo que mudarse bajo la faz de la Tierra, al intramundo, convirtiéndose en Reina de los Muertos.
Una vida placentera la envolvía, toda púber, ya su sexualidad comenzaba a expresarse, hasta que un  día, rodeada de acompañantes, la adolescente diosa estaba recogiendo flores cuando el carro de Hades apareció.
A veces conocido como Plutón, representa los muertos y es un Dios que sin ser ruin ni malvado, es intolerante y severo, por eso le aborrecen los habitantes de los cielos y la Tierra. Enamorado de la joven doncella, la busca en cuatro caballos muy briosos y se la lleva −enlazada por la cintura− hacia la parte interna de la Tierra, que de inmediato, se cerró tras su paso. En la subterránea convivencia, lo que pierde en libertad lo gana en sabiduría y paciencia, sobreponiéndose a la depresión que le producía la oscuridad.

ILUMINACION A QUIENES LA NECESITAN AL MORIR

En la cultura occidental, la representación de la luz se hace primordialmente con velas, aunque en la actualidad, se utilizan preferentemente platitos con aceite y una mecha que se enciende. Es la replica contemporánea de las lámparas de aceite. Es lo que se le suele colocar a quienes pasan de plano para contribuir con su búsqueda de luz, pero no siempre resulta exitoso.
Cuando en poco tiempo se tienen sueños reiterativos con alguien en estas condiciones, es el momento de “iluminar” su camino, pues obviamente esta alma se encuentra o bien en perturbación o bien perdida. En el primer caso ocurre porque el paso ha sido violento e inesperado, pierden su cuerpo físico y el ser no sabe ni que le sucedió ni donde se encuentra. En el segundo, porque aún se descubre apegado aquello que deja atrás en la vida material. A esto se le suman los llantos y suplicas de familiares y amigos. Entonces es necesario iluminar su camino para que sepa donde dirigirse. En cualquiera de los casos, es sabio encenderles una luz.
Sin embargo, también se puede actuar de la siguiente forma: coloque sobre una bandeja dos velas blancas una al lado de la otra. Entre ellas un vaso de agua con hierbas e invoque en silencio, telepáticamente a Perséphone. Cuéntele que anhela construir un sendero de luz sobre el que transitarán las almas extraviadas, y de la misma forma telepática, dibuje el sendero iluminándolo con su solo deseo. Puede darle la forma que quiera. Sin duda la diosa, conocedora del intramundo, tomará de la mano a estos seres extraviados y los colocara sobre la ruta de luz.
Ante el rapto, Demetria madre de la chiquilla entra en severa depresión guardando riguroso luto, que solo es quebrado cuando los dioses del olimpo acuerdan demandar la devolución de la joven arrebatada, aceptando como única condición que la virgen doncella no hubiese comido nada durante su estadía en la intratierra.
Temeroso de perder su presa, el amante introdujo unas semillas de granada en la boca de la joven deidad forzándola así a pasar parte del año bajo tierra, mientras que el resto del tiempo lo hacia en la superficie en compañía de su madre.  A este suceso se alude cuando se la conoce también como la Diosa de los Raptos. A su retorno parcial al exterior, gana en equilibrio, pues aprende a vivir tanto en la intratierra como por encima de ella, ya que durante su ausencia de esta, la Tierra languidecía, pero a la llegada de  primavera y verano mientras permanecía con su madre sobre la Tierra, la naturaleza la regalaba provocando la floración y adornando las plantas con exquisitos frutos.

  

RITO DE LOS GIRASOLES

Hervir un vaso de agua y al entrar en ebullición apagarlo y añadirle esencia de girasoles o pétalos frescos de esa misma flor, colocarle un pañito encima. Dejar enfriar y colarlo.
Darse  un baño después del cual se volcará todo  el preparado anterior y dejarlo secar (no usar toalla). El ritual debe hacerse durante ocho domingos consecutivos al amanecer, es decir cuando esté saliendo el Sol. Frente a un espejo y a su izquierda, coloque un jarrón transparente  lleno de girasoles, a la derecha ubique dos velas doradas y siéntese cómoda. Telepáticamente cree un círculo de protección que la cubra también y encienda las velas e inicie una meditación tradicional.  Pida a Persephone que la envuelva en la energía de su sabiduría creadora para lograr la autorrealización. Imagine, cree con su mente el ser que desea ser y por el que pide mientras sostiene armónicamente su respiración. Busque en la profundidad del espejo los defectos que desea borrar y encuentre las virtudes que desea resaltar. Respire.
Día por día anote sus sensaciones y los cambios que va observando.
Al octavo día, ya los girasoles comenzarán a desprenderse de sus pétalos, colóquelos en un incensario y quémelos mientras pronuncia:
 ¡El sol y su energía  transforman mis faltas y enaltece mis virtudes hasta lograr mi total realización!


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