lunes, 5 de octubre de 2015

REFLEXIÓN: SE DICEN MAESTROS.




Entrar en reflexión me llevó a pensar en cómo lograr la Maestría. Maestro no es aquel que tiene cierto conocimiento que entrega a sus alumnos, es por demás un concepto algo infantil. Maestro es definitivamente un concepto muy elevado. Observo que en algunas filosofías se hacen maestros en pocos días sin haber evaluado los valores éticos y morales del sujeto, encontrándose a posteriori con algunos de estos cometiendo graves errores.

La evolución de cada  persona es un proceso largo que radicara en la forma como logren controlar la bajas pasiones y comportamientos, además de la manera como acepten las individualidades de cada ser. Aquellos que no están dentro de los niveles armónicos adecuados pero inicien sus pasos para el control de sus fueros internos, lograrán la guía y orientación de sus Maestros físicos o no físicos, para el logro de sus objetivos. Aquellos que hagan oídos sordos a las recomendaciones en las instrucciones para el logro de aquellas estarán ―bajo su libre albedrio― dando sus propios pasos hacia el estancamiento de su proceso evolutivo, pues a mayor nivel armónico, mayor facilidad de entrega del mismo.

Mostrar ciertas actitudes de cordialidad externa no necesariamente expresa sus valores y sincero amor en lugar de dolor y decepción. Pero hay actitudes que señalan la soberbia y la petulancia, poco propias de quienes de alguna forma se dicen Maestros. Me hizo recordar que los esenios poseían avanzados conocimientos y trabajaban arduamente en secreto por el triunfo de la luz sobre las tinieblas en la mente humana, y en ello tardaban mucho tiempo.

Diría que un iniciado es quien está en la permanente búsqueda de la Sabiduría y no de un bulto de información. Esta sabiduría supone un conjunto de conocimientos profundos de leyes de nuestro universo, las que permiten al alma y al corazón abrirse.

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