sábado, 20 de enero de 2018

EN LA BÚSQUEDA DE EXOPLANETAS

Imaginar que el cosmos está deshabitado, realmente confunde la inteligencia y el razonamiento de cualquier ser pensante. El universo se compone de un innumerable número de galaxias, planetas, planetoides, estrellas, etc. Se han detectado muchísimos cuerpos celestes en el transcurrir de los tiempos, a ellos se dedican los “cazaplanetas”, buscan exoplanetas. Son tantos los que se han encontrado, que organismos como la NASA decidieron invertir parte de su presupuesto en esa investigación. Desde ese criterio se creó el Proyecto Orígenes.
Pero no es el único organismo dedicado a la búsqueda de exoplanetas, entusiasmadamente la ESA, European Space Agency organismo creado hace 42 años y dedicada a la exploración espacial. Si bien su sede central está en Paris, Francia, la componen otros veintidós países más Canadá, catalogado como estado cooperante. E incluso China comenzó a hacer importantes inversiones en investigación del tema cósmico.

¿Cabe en lo posible si quiera conjeturar que el único espacio habitado es la pequeña burbuja azul que conocemos como Planeta Tierra? Me he preguntado muchas veces, ¿investigan algo que definitivamente no existe o algo que existe pero que aun no han encontrado? En cierto que no se ha logrado tener un contacto concreto con nuestros posibles habitantes. ¿Es esto realidad?

De ser así, ¿cómo serían?, cual podría ser su configuración? Esos posibles seres siderales utilizan un lenguaje comprensible para nosotros, los habitantes de la Tierra?

Se han enviado al espacio multitud de sondas, mensajes, contenidos explicativos de quiénes somos y aun no se ha recibido una respuesta que nos de la información que buscamos. A que puede deberse, ¿a que no hay quien pueda interpretar lo enviado o que realmente no hay habitantes del otro lado de la cerca?

Ninguna de las dos posibilidades es ni siquiera pensable. Puesto que la Tierra es un planeta joven, también sus humanidades lo han sido. Los cúmulos celestes no todos tienen la misma edad, unos más otros menos viejos.  En estos, nunca ha habido una inteligencia superior establecida en su territorio?  De ser así, cómo se explican los relatos de libros milenarios que nos hablan de ellos y en su mayoría, los describen como dioses con capacidades impensables en un terrícola? ¿De dónde obtuvieron la información semejante cuando aún no había la tecnología que hoy nos acerca en tiempo real?

Un pensamiento al que deberíamos dedicarle algo más de un pensamiento, aun hay algunas religiones que no reconocen la existencia de estos seres habitantes de otros planetas, sino que los confunden con demonios. ¿Habrá llegado el tiempo de ampliar nuestra conciencia y visión sobre lo que no conocemos y por ello darlo como no existente?


Allí les dejo la inquietud como para entretenerse investigando. 

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