Vivimos en el mundo tridimensional de las formas donde hemos desarrollado una serie de códigos muy importantes y los aceptamos para manejarnos. Sin embargo, en la profundidad del universo yacen ocultas las leyes que lo rigen y sus diferentes formas de manifestarse, son reglamentos superiores conocidas como Leyes de la Armonía. Así llamadas porque nos permiten mantenernos equilibrados y en orden en el universo. Se trata de leyes universales porque bajo éstas se rigen todos los cosmos, universos, galaxias y planetas.
Así como en la diversidad de regiones de nuestro planeta hay leyes específicas, así en el universo hay leyes que rigen para absolutamente todo espacio celeste y físico. Se diferencias de las existentes en nuestro planeta, que estas se ajustan a intereses país, políticos, económicos, sociales y pare usted de contar.
Las otras, las leyes de la armonía o leyes universales, no diferencian ninguno de esos aspectos y como lo dice su nombre, son universales. Estas se rigen por lo que la luz primordial dictó en su momento y que fueron conocidas aquí a través de Hermes Trimegisto, el tres veces sabio mítico personaje cuyo nombre en griego traduce “el tres veces grande” y que en Grecia se conoció como Dyehuty o Thot o como el Abraham de la Biblia.
Usualmente se habla de los siete principios universales que gobiernan al cosmos sin diferenciar hombres de mujeres, religiones, razas o bienes. Están establecidas en un texto conocido como EL KYBALION, que se dice fue dictado a Hermes Trimegisto.
En contraste con estas que no rigen espacios específicos, a ellas nos encontramos sometidos todos y dónde quiera que sea nuestro hábitat.
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